Los túnidos o Thunnus son una familia de peces marinos muy apreciadas en el sector hostelero. Por su riqueza proteica y vitamínica, fácil conservación en frío y posibilidades culinarias, los atunes están presentes en el menú de cualquier restaurante de la Península, especialmente en áreas costeras del Mediterráneo y del Atlántico norte.
La demanda de Proveedor de tunidos congelados para hosteleria en España y otros países europeos se ha incrementado en los últimos años. Japón y otros países orientales impulsan hoy este mercado, con un fabricante de automóviles a la cabeza (Mitsubishi, con miles de toneladas de atún rojo congeladas a -60 grados centígrados).
Y es que, a diferencia de otros alimentos, los túnidos resisten hasta seis meses en el congelador, lo que explica que las empresas hosteleras se aprovisionen de grandes cantidades de atún en el momento en que su precio es más competitivo. Como esto repercute en las tarifas del menú de hoteles y restaurantes, el consumidor en el primer beneficiado.
Por otra parte, la versatilidad en la cocina es otro de los puntos a favor del atún. La gastronomía española está plagada, de norte a sur, de platos basados en este pescado: el sorropotún de Cantabria, el marmitako del País Vasco, la famosa empanada gallega, etcétera, sin mencionar el uso tan imaginativo que los chefs americanos hacen del atún (véase el cebiche peruano o el sándwich de atún).
Desde un punto de vista nutricional, las diversas especies de túnidos —el bonito del norte, el atún claro, la melva, el bonito sarda o el atún rojo— suponen un aporte de vitaminas del grupo D, A y B, en particular las B2, B3, B6 y B9. También contienen ingentes cantidades de Omega 3, un nutriente que ayuda a regular el colesterol en sangre y reduce el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con el corazón.